Desde México hasta Argentina, el despliegue de las redes 5G ha tenido tropiezos de todo tipo, arrancando con la redistribución del espectro, hasta empresas que INCUMPLEN antes de montar sus redes.
La promesa de la conectividad de Quinta Generación, o 5G, avanza en la región… pero con muchos tropiezos. La foto actual muestra subastas demoradas o enredadas, despliegues comerciales tibios y proyectos de backbone estatal que derivaron en controversias y arbitrajes. Por esto a pesar de la publicidad y los mensajes positivos de proveedores y gobiernos, seguimos retrasados en la agenda. Esto nos da para pensar en la ironía del 5G en América Latina: Qué lenta es su implementación.
De heccho, los operadores enfrentan inflación de costos, presiones regulatorias y mercados de consumo que todavía migran lentamente a 5G. El resultado: un ecosistema que se mueve, pero no despega al ritmo esperado.
Un telón de fondo: 5G todavía es minoría
A nivel regional, la GSMA describe las redes 5G en la región como “en una etapa incipiente”. A fines de 2024, alrededor de 5% de las conexiones móviles en América Latina eran 5G; la proyección sube a 14% para 2025 y a casi 55% para 2030 (porcentaje de conexiones), lo que implica un salto pronunciado, pero aún por concretarse en el corto plazo. La propia GSMA contabiliza más de 30 operadores con 5G en 13 países, pero advierte que la monetización avanza más lento en los mercados emergentes, donde los ciclos de inversión y de sustitución de terminales son más largos.
Argentina: subasta terminada, reglas cambiantes y dudas de monetización
Argentina completó su licitación de 5G en octubre de 2023 sobre la banda de 3.5 GHz, con un anuncio oficial de recaudación de US$ 875 millones entre bloques de 100 y 50 MHz. Sin embargo, análisis sectoriales subrayaron que el monto efectivo dependía del tipo de cambio al momento del pago y de si ingresaba divisa nueva, en un contexto macro volátil; en la práctica, ese total podría ubicarse sensiblemente por debajo del titular inicial.

Más atrás, el proceso mismo tuvo frenadas. En septiembre de 2023, un fallo judicial ordenó suspender temporalmente la licitación al cuestionar aspectos del pliego como el precio base y las condiciones. Con estos elementos se reflejó el clima de alta litigiosidad regulatoria.
Ya en 2024, el gobierno del presidente Javier Milei desreguló tarifas y revirtió el DNU 690/2020 que había congelado precios en 2020. El sector celebró la decisión por “liberar” inversiones, pero persisten interrogantes: la reversión no corrige retroactivamente años de subinversión, ni resuelve por sí sola la erosión del ARPU por inflación o la débil demanda 5G de corto plazo.
Un balance publicado por el medio especializado TeleSemana sintetizó el sabor agridulce pos-licitación: “se cumplieron objetivos de gestión, pero quedan temas para resolver a futuro”. Entre ellos, la distribución del espectro, las condiciones financieras y, uno muy importante, el cronograma de despliegue.
La subasta se concretó. Pero el contexto regulatorio pendular que compromete medidas, amparos, y revocaciones) y la estrategia macro continúan pesando sobre la inversión y la monetización 5G. Entonces, la consecuencia es un despliegue que avanza, aunque con foco urbano y con prudencia financiera.
Perú: 5G en pausa larga

Por su parte, Perú representa dos caras problemáticas: En un primer plano están las subastas 5G que recién tomaron tracción en 2025. La otra cara es una Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (RDNFO) que terminó en arbitraje internacional.
Para arrancar, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) abrió en abril de 2025 la convocatoria para asignar espectro en 3.5 GHz. Para logralo, se basó enun mecanismo especial de asignación y acondicionamiento, con subasta prevista para el 29 de agosto de 2025. El propio MTC ha comunicado que priorizará conectividad rural y que los despliegues arrancarían de hecho en 2026, según cobertura de prensa sectorial.
Por otro lado, la RDNFO —una APP adjudicada en 2014 a Azteca Comunicaciones— fue resuelta unilateralmente por el MTC en julio de 2021. El gobierno peruano adujo razones de interés público. Como fundamento, el Estado argumentó la subutilización (3,2% de la capacidad en 2020) e ingresos que solo cubrían 7,7% de los costos estatales de cofinanciamiento. El concesionario inició un arbitraje de inversiones ante el CIADI (caso ARB/23/37) que sigue su curso en 2025, mientras el gobierno contrató defensa internacional.
Así, en la resolución que justificó la terminación, el MTC sostuvo que la red “se encuentra subutilizada; en 2020 se utilizó solo el 3,2% de su capacidad instalada” y que sus ingresos no cubrían los costos de cofinanciamiento público. De acuerdo con el reporte de Ciar Global sobre la decisión del MTC.
De igual forma, el MTC informó además haber ganado un arbitraje doméstico previo sobre obligaciones del concesionario (adquisición de terrenos), un capítulo que enmarcó la conflictividad del proyecto.
Por estas y otras razones, Perú entra tarde a la era 5G, con una subasta en el segundo semestre de 2025. Mientras tanto, arrastra el pasivo reputacional y fiscal de una dorsal que no logró masa crítica de tráfico. El resultado práctico es la generación de demoras en habilitar 5G con espectro “limpio” y el recelo frente a nuevas APPs para el despliegue del backbone.
La ironía del 5G en América Latina.
Colombia: subasta “histórica”, pero despliegue golpeado por la fragilidad financiera

Colombia sí subastó 5G en diciembre de 2023, adjudicando espectro en 3.5 GHz y otros bloques a varios operadores. El entonces ministro TIC, Mauricio Lizcano, celebró con un “¡Histórico! 5G es una realidad en Colombia”, marcando el arranque formal de la era 5G.
Pero la operativización tropezó con la situación financiera de WOM Colombia, adjudicatario del concurso multibanda, que entró en reorganización (ley de insolvencia) en 2024–2025. En enero de 2025, la Superintendencia de Sociedades admitió el proceso de reorganización de Wom y decretó medidas cautelares, mientras la empresa negociaba con acreedores y la autoridad de competencia (SIC) miraba de cerca.
En síntesis, en Colombia la subasta llegó a tiempo y la señal política fue contundente, pero el CAPEX de despliegue depende de operadores con balances frágiles. Con un actor en reorganización, la velocidad de cobertura 5G y la competencia efectiva pueden resentirse, especialmente fuera de los principales mercados urbanos.
Particularmente si añadimos la perspectiva de fusión entre Tigo y Movistar, los otros jugadores que compiten con Claro por el negocio de la movilidad en Colombia.
México: la Red Compartida sobrevivió… con respirador público, y las metas se movieron
Entre tanto, México apostó a un modelo singular: una Red Compartida mayorista, operada por la forma Altán Redes, sobre el espectro de los 700 MHz. Básicamente, su visión es vender capacidad a terceros y masificar cobertura 4G/5G a través de una arquitectura neutra.
El proyecto, sin embargo, pasó por una crisis severa. Para iniciar, el concurso mercantil quiebra en noviembre de 2021. De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, IFT, sale de este estado hasta noviembre de 2022 tras acuerdo de reestructura.
Debido a esto, el IFT reprograma las metas de cobertura y desdibujó el hito del 92,2% de población con cobertura desde 2024 hasta 2028

Finalmente, la búsqueda de apoyo financiero estatal. Para lograrlo, aparecen como nuevos accionistas o propietarios tanto la banca de desarrollo como, más recientemente, el CFE (empresa eléctrica estatal). Ambos jugadores ya están aprobados por el IFT desde enero de 2025, con debate por posibles riesgos de competencia. En 2025 también se anunció un nuevo crédito por US$ 388 millones para sostener la expansión.
Afortunadamente, Altán y el gobierno reportan una cobertura mayor al 95% de la población hacia mediados de 2025. Sin embargo analistas como Trane, recuerdan que el IFT usa distintas metodologías y que la Red Compartida convive con coberturas 4G de operadores como Telcel.
Al final, México evitó la caída de su backbone mayorista, pero el costo fue la intervención pública y metas diferidas. La sostenibilidad del modelo dependerá de mantener neutralidad, disciplina de inversión y una gobernanza que convenza a clientes y operadores de MVNOs e ISPs y, que su actuar sea transparente para la autoridad de competencia.
La ironía del 5G en América Latina: ¿Qué explica los tropiezos comunes?
Las economías de la región dependen de másivas compras a escala y comparten operadores en diversos países. De paso, la actividad política también se reportó en la implementación. En síntesis, estos son los elementos comunes que sufrieron los países de la región.
Macroeconomía y financiamiento:
Inicialmente, según GSMA, las devaluaciones, la inflación y las tasas altas encarecen el CAPEX y el costo del espectro. Por estas razones, los operadores posponen 5G SA o priorizan 4G/5G NSA donde el retorno es más claro. La región parte de una base de adopción baja, cercana al 5% en 2024 y un parque de terminales 5G aún caro para los segmentos de menor ingreso.
Regulación pendular o judicializada:
Cambios bruscos (congelamientos y desregulaciones en Argentina), prórrogas y rediseños (México) o procesos tardíos (Perú) generan riesgo regulatorio que se descuenta en el plan de inversiones.
Modelos de APP/wholesale complejos:
Poe ejemplo, la RDNFO en Perú y la Red Compartida en México muestran que la ingeniería contractual importa: si la demanda no aparece al precio esperado o la gobernanza se complica, aflora la subutilización y la renegociación (o incluso el arbitraje).
Competencia por el bolsillo del usuario
Definitivamente ya no es suficiente con atraer al usuario de telefonía móvil. De hecho, la red 5G va más allá de streaming, gaming y comunicación entre personas. Por lo tanto, monetizar 5G exige casos de uso (FWA, gaming, empresarial, IoT) y planes diferenciados. Nuevamente, la GSMA prevé que el salto real llegue en la segunda mitad de la década, cuando bajen precios de handsets y se asignen nuevas bandas medias y milimétricas.
Qué podría destrabar (o al menos encaminar) la agenda

- Calendarios de espectro creíbles y regulares:
Frente a esto, Perú dio un paso al calendarizar 3.5 GHz con subasta 29 de agosto de 2025. Aun así, la clave es sostener ventanas predecibles (incluida 6 GHz) y evitar sorpresas judiciales.
- Reglas estables de precios y de inversión:
El péndulo entre control y desregulación desalienta el CAPEX. Reglas predecibles (con revisiones periódicas acotadas) reducen el costo de capital y facilitan compromisos de cobertura realistas. (Contexto Argentina/México). - Gobernanza exigente en APP/wholesale:
Lecciones de la RDNFO y de la Red Compartida: alinear incentivos de demanda (anclas mayoristas, precios escalonados), métricas de desempeño transparentes y mecanismos de corrección antes de llegar a litigios. - Foco en monetización: FWA y B2B:
Mientras el consumidor masivo migra lento a 5G, el FWA (banda media) y soluciones B2B (redes privadas, slicing, IoT industrial) pueden traccionar el caso de negocio y acelerar cobertura selectiva.
De esta forma, América Latina no está detenida, pero sí desacompasada: Esa es la La ironía del 5G en América Latina, Hay países que licitan, otros que litigan; redes que crecen, pero con oxígeno estatal; y 5G que existe, aunque aún no escala en líneas ni en ingresos. Los cuatro casos expuestos, de Perú, México, Colombia y Argentina, ilustran el mosaico:
Definitivamente, la estrategia para “destrabar” pasa por estabilidad regulatoria, calendarios de espectro confiables, diseños contractuales más robustos. También, por una monetización que mire FWA y B2B mientras el consumidor masivo llega. Si 2025 marca el reordenamiento con Perú licitando, México estabilizando, Argentina normalizando reglas y Colombia corrigiendo frentes financieros, el periodo 2026–2028 debería ser cuando 5G —y las dorsales que lo sostienen— muestren, ahora sí, escala y resultados.
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Importancia del 5G para las empresas
1. Velocidad, capacidad y baja latencia
- Lo más importante es que las redes 5G ofrecen velocidades de descarga y carga muy superiores a las del 4G. Gracias a esto, reducen significativamente la latencia y mejoran el ancho de banda, lo que permite transferencias de grandes volúmenes de datos sin interrupciones.
- Esto se traduce en mayor productividad: empleados que colaboran con datos en tiempo real, uso fluido de aplicaciones intensivas en datos. También, acceso ultrarrápido a recursos digitales.
2. Internet de las Cosas (IoT) masivo y conectividad fiable
- 5G permite conectar millones de dispositivos por kilómetro cuadrado, superando ampliamente las capacidades del 4G.
- Esto facilita recolección continua de datos desde sensores IoT, mejorando seguimiento logístico, mantenimiento predictivo, control de inventarios y personalización.
3. Innovación de productos y servicios avanzados
- Capacita el despliegue de tecnologías emergentes como realidad aumentada y virtual, vehículos autónomos, telemedicina y más.
- Las experiencias inmersivas (AR/VR) y modelos de negocio basados en datos se vuelven factibles para empresas de distintos sectores.
4. Eficiencia operativa e industrial
- Permite automatización a través de robótica, vehículos guiados autónomos (AGV) y mantenimiento predictivo en tiempo real.
- Las conexiones inalámbricas 5G ofrecen fiabilidad similar al cableado, sin los costes ni complicaciones de infraestructura física.
5. Ventaja competitiva y resiliencia empresarial
- Las primeras empresas que adopten 5G pueden ganar una ventaja sobre sus competidores, innovando y redefiniendo procesos.
- En un contexto post-pandemia, el 5G promueve resiliencia y adaptación en mercados cambiantes.
6. Apoyo a la transformación digital y economía del dato
- 5G se convierte en motor de transformación digital, habilitando análisis de datos, ciudades inteligentes, industria 4.0 y servicios públicos avanzados.

Casos de uso destacados
Sector / Aplicación | Descripción |
Manufactura / Industria 4.0 | Automatización avanzada, mantenimiento predictivo, plant robots, AGV. |
Logística y Retail | Monitoreo en tiempo real de inventario y envíos, personalización al cliente. |
Experiencias inmersivas | Realidad aumentada y virtual para formación, entretenimiento, atención al cliente. |
Salud / Telemedicina | Consultas remotas de alta calidad, telecirugía con baja latencia |
Transporte / Drones / Vehículos autónomos | Operaciones autónomas, monitoreo en tiempo real. |
Redes privadas y slicing | Segmentación de redes para usos críticos como emergencias, salud, industria. |
Impacto para Colombia y América Latina
Aunque los contenidos referenciados no mencionan explícitamente a Colombia o América Latina, los beneficios globales aplican con gran relevancia:
- Impulso a la digitalización empresarial: Pymes y grandes empresas en Colombia y LATAM pueden beneficiarse enormemente de la conectividad avanzada para innovar, especialmente en manufactura, agroindustria, salud y logística.
- Fomento a la inclusión tecnológica y competitividad regional: El acceso a tecnologías disruptivas como 5G puede ayudar a reducir brechas y posicionar mejor a la región en el mercado global.
- Necesidad de colaboración público-privada: Para viabilizar el despliegue, es clave que gobiernos y empresas trabajen conjuntamente, como se ve en otros paíseS. Esto es esencial para superar retos regulatorios, invertir en infraestructura y promover casos piloto locales.

La ironía del 5G en América Latina: Qué lenta es su implementación
El 5G ofrece un salto tecnológico decisivo, con beneficios que incluyen velocidad, baja latencia, IoT masivo, eficiencia operativa, resiliencia y capacidad para nuevos modelos de negocio. Estos se traducen en oportunidades palpables para las empresas de Colombia y América Latina, que solo necesitan promover inversiones estratégicas e innovación colaborativa para capitalizar estas mejoras.
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