El reto de convertir la inversión tecnológica en resultados reales.

El reto de convertir la inversión tecnológica en resultados reales.

Un estudio global de Rockwell Automation revela cómo las empresas manufactureras luchan por convertir la inversión tecnológica en resultados reales.

Pese al entusiasmo global por la digitalización, muchas empresas del sector manufacturero siguen atrapadas entre la intención y la acción. Así lo evidencia el nuevo informe State of Smart Manufacturing 2025”, desarrollado por Rockwell Automation en alianza con Sapio Research. En el que se muestra el reto de convertir la inversión tecnológica en resultados reales.

Con este estudio, Rockwell Automation recogió la opinión de más de 1.500 líderes de la industria en 17 países. Los datos revelan un un patrón preocupante: las organizaciones invierten en tecnología, pero no logran traducir esas inversiones en resultados sostenibles ni mejoras de competitividad.

La paradoja de la inversión sin retorno

Para comenzar, el 94% de los encuestados afirma que están utilizando o evaluando soluciones de manufactura inteligente. Sin embargo, solo el 23% considera que ha alcanzado un nivel de madurez tecnológica que les permite escalar sus iniciativas. La razón: la falta de una estrategia clara, combinada con barreras culturales, falta de talento digital y desconexión entre áreas operativas y tecnológicas.

Uno de los hallazgos más destacados del informe es que la toma de decisiones se ve obstaculizada por la sobrecarga de datos. Aunque el 89% de las empresas recopila datos operativos, muchas no cuentan con herramientas avanzadas para convertir esa información en decisiones útiles y automáticas.

“Hay una desconexión entre la tecnología implementada y la capacidad de las organizaciones para convertirla en valor real”. Veena Lakkundi, vicepresidenta senior de estrategia y desarrollo corporativo en Rockwell Automation.

El reto de convertir la inversión tecnológica en resultados reales en América Latina

En mercados emergentes como América Latina, donde la presión competitiva y la necesidad de resiliencia operativa son aún más pronunciadas, los desafíos se intensifican. El informe señala que muchas empresas en la región aún dependen de sistemas heredados, con poca integración entre IT y OT, lo que frena la adopción de herramientas como IA, analítica avanzada o gemelos digitales.

Además, la escasez de talento capacitado se posiciona como una de las principales barreras para la transformación digital. El 46% de los encuestados afirma que no cuenta con personal preparado para implementar o escalar soluciones inteligentes.

Prioridades 2025: sostenibilidad, IA y resiliencia

Bajo este panorama, el informe de Rockwell Automation identifica tres prioridades estratégicas para 2025:

  1. Automatización basada en inteligencia artificial para optimizar procesos.
  2. Tecnologías predictivas que anticipen fallos y reduzcan tiempos muertos.
  3. Sostenibilidad como eje de las inversiones tecnológicas, especialmente en eficiencia energética y reducción de residuos.

En este contexto, las empresas que logren integrar sistemas interoperables, capacitar su talento y alinear su estrategia tecnológica con sus objetivos de negocio serán las que capitalicen las ventajas de la manufactura inteligente.

Estrategia, más allá de la tecnología

El estudio de Rockwell Automation no solo diagnostica el estado de la industria, sino que lanza una advertencia: la transformación digital no es solo una cuestión de infraestructura o inversión, sino de cultura, visión y liderazgo.

Para las empresas de manufactura que buscan competir en una economía global cada vez más automatizada y exigente, no basta con adoptar tecnología; hay que aprender a convertirla en impacto real.

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